domingo, 14 de febrero de 2010

Vacaciones Polacas!

Hola a todos:
Regreso de nuevo después de la época mas odiada de todo el año para los estudiantes, la temporada de exámenes. Una vez finalizada tenía pensado irme con Clara a esquiar unos días: en Polonia hay muchas estaciones de esquí y pensamos que sería una buena oportunidad para empezar.
Y no nos pudo salir mejor, una amiga de Clara, Marcela (que además habla muy bien español), nos invitó a su casa en las montañas. Salimos desde Varsovia y desde allí cogimos un tren a Cracovia. Desde Cracovia un autobús a Nowy Targ y otro hasta Nowy Biala, el pueblo de Marcela.
De camino nos avisó que seguro que todos todos los habitantes iban a saber muy rápido que había dos españoles en el pueblo, pero no pensé que se fueran a enterar incluso antes de que llegáramos. Cuando montamos en el minibus nos pregunto el conductor de donde eramos y le dijimos que de "Hiszpania". Marcela nos tradujo y el conductor estaba diciendo a toda la gente que se iba montando que había dos españoles en el bus. Y claro, todo el mundo mirando hacía atrás. Eso buena señal, estábamos en la Polonia profunda.
La primera impresión que me dio el pueblo fue muy buena y aun siendo tan distinto a un pueblo español me hacía sentir como en casa. Y es que cuando me jubile me voy a ir a vivir a un pueblo.
Al llegar a su casa nos presento a la que iba a ser nuestra "familia" durante 5 días. Sus dos hermanos pequeños, Annia y Pawel y sus padres.
Como ya eran más o menos las 7 de la tarde y estábamos algo cansados del viaje decidimos jugar al Monopoli polaco con sus hermanos. Lo pasamos muy bien, y nos ganó la más pequeña de la casa, Annia, esa chica vale para los negocios.


Todos jugando al Monopoly

Esa noche nos echamos pronto para la cama y así madrugar al día siguiente. Marcela nos había dicho que le encanta levantarse a las 6 de la mañana porque así se le hacen más largos los días. La verdad, en ese momento me asusto algo.

Jueves turístico

Al final nos dio una tregua y nos despertamos a las 8 de la mañana más o menos. Nos vestimos y fuimos hasta la parada del "famoso" autobús. Lo cogimos hasta Nowy Targ y paramos en el mercadillo. Era inmenso y era imposible no comprar algo: Clara compro unos calcetines de lana hechos a mano y unas zapatillas de andar por casa, yo un gorro, otras zapatillas "dándar por casa" y un gorro de pelo y Marcela un gorro de ratita para ir a esquiar. Después dimos una vuelta por el el pueblo y cogímos de nuevo un bus hasta la región de Zakopane. Es muy famosa en Polonia por sus pistas de esquí. Comenzamos a caminar por las calles y la verdad que era precioso, de fondo siempre montañas y las calles repletas de gente. Me hizo mucha gracia los trineos para los niños, como en esa zona nieva tanto no se pueden utilizar los típicos carros de ruedas.



Esos niños iba "como reyes" durmiendo en el trineo

Tras una vuelta por el pueblo subimos en funicular a la cima de la montaña. La vista era increíble y para mejorarla hacía un sol que hacía mucho tiempo que no veía. Otra cosa curiosa son los numerosos trineos tirados por caballos que puedes alquilar. La verdad que cuando caminas por allí parece que estas dentro de una de esas películas que siempre ponen por navidades.


Algunas fotos en Zakopane

Para bajar la montaña decidimos coger el telesilla: me gusto mucho, solo el silencio y la montaña.

Una vez abajo cogímos el autobús de vuelta a nuestro pueblo. Pero de camino "atoyo" en la nieve y tuvimos que esperar a que otro autobús viniera para poder llevarnos.


En casa, ya estaba preparada la cena. Su padre siempre cocina en invierno ya que trabaja construyendo edificios y al ser imposible trabajar en esta época del año le dan unas "vacaciones obligadas". Después Marcela nos preparo vino caliente y la verdad que estaba muy bueno.


Viernes de esquí

Y llego el día de la verdad, el día de probar suerte con el esquí. La zona esta repleta de estaciones de esquí, pero Marcela nos dijo que nos llevaría a una un poco especial. No era especialmente grande pero estaba en un sitio muy bonito. Desde la ladera podía verse debajo de nosotros un gran lago helado y un castillo.




Marcela y Clara

Yo con el lago helado de fondo

Alquilamos los esquís y pagamos el forfait, todo ello por 55 zltys, la verdad que me parece que esta muy bien el precio. Nos dirigimos a la pista de los niños, que mejor sitio para dar nuestros primeros pasos en un deporte nuevo, tanto para Clara como para mí. Y la verdad que lo más difícil era no caerse en el remonte, no estaba pensado para gente de nuestro peso y estatura. Allí estuvimos un rato más y luego probamos suerte en las pistas de verdad. Todos lo pasamos genial.


Sábado divertido

El sábado lo dedicamos a ver el pueblo. Por la mañana fuimos caminando hasta una pequeña colina donde esta la cueva en la que se encontró el boomerang más antiguo del mundo, con 20.000 años de antigüedad. Era un lugar increíble, subimos a lo alto de la colina y desde allí se veía el río completamente helado. Se veían muchas huellas y Marcela nos dijó que cuando las temperaturas son muy bajas se puede caminar perfectamente por encima del río, pues la capa de hielo supera facilmente el metro de espesor. Puede resultar algo peligroso cuando hay nieve encima si no conoces la zona, pues piensas que estas caminado sobre suelo firme.

Casi me la pego

Vista del río completamente congelado


Volvimos de nuevo a casa para comer y beber algo. Tras un descanso cogimos unos sacos que su padre nos había preparado con paja dentro para tirarnos por la nieve. Y es que según los expertos polacos es la manera de ir más rápido ladera abajo. Lo pasamos muy bien y no si alguna que otra caída.

Despues nos recogío Gregorio (el novio de Marcela) y juntos fuimos a unos baños termales. Lo mejor de todo es que eran al aire libre. Es increíble estar dentro del agua a 36º y fuera estar a menos de cero grados. De echo si dejabas demasiado tiempo la cabeza fuera del agua notabas como se empezaba a congelar el pelo. No hay mejor sensación que salir fuera aunque sean unos segundos mojado y volverte a meter al gua. Si el paraiso existe yo ya lo encontre.

Por la noche fuimos de fiesta al Nowy Targ. Lo mejor, el camino de vuelta a casa en el coche del novio de Marcela. Aprendimos muchos polaco con Clara.

Domingo y ultimo día
El domingo fue más relajado, fuimos a jugar a los bolos y por la tarde cojimos el autobus rumbo a Cracovia. Y desde allí Clara fue a Warszawa y yo a Rzeszow